miércoles, 22 de enero de 2014
FIBROMIALGIA: AUTODEFENSAS MEDICO-CIENTIFICAS
El fenómeno de las
autodefensas que se extiende en nuestro país no es privativo sólo del campo de
la seguridad. También está impactando el
ámbito de la salud pública. En las redes sociales sobre todo en Facebook hay
una proliferación asombrosa de grupos de
enfermos de fibromialgia y encefalomielitis miálgica en todos los idiomas y
latitudes que buscamos alfabetizar al
mundo en el tema e insertarlo en la agenda global cómo prioridad, dado su
exponencial crecimiento.
En nuestro país la Autodefensa
Médico-Científica en torno a tales patologías está surgiendo de manera subrepticia a
contracorriente de la prehistórica versión oficializada que versa en el tenor de
que se tratan de enfermedades inocuas, casi inscritas en el terreno de lo
anecdótico de la locura y, por si fuera
poco controlables. Día a día surgen
nuevos actores que ya sea a título personal o de alguna agrupación que busca
aglutinar geográficamente al colectivo de enfermos, comparten información
progresista que se produce en primer mundo en tiempo y forma y que sin internet tendríamos acceso a ella hasta
dentro de algunas décadas. Lo que
buscamos los enfermos convertidos en autodefensas, en un franco acto de rebeldía por salvar
literalmente la Vida, es restituir la dignidad humana que nos es cotidianamente
masacrada al estar estigmatizados cómo locos,
hipocondríacos, depresivos y flojos y
explicar desde el punto de vista de la Medicina Científica lo que está ocurriendo en nuestra anatomía,
a través de ópticas cómo la
neuro.inmunologia –especialidad casi inexistente, en un país tercermundista
dónde la educación es obsoleta según lo han reconocido recientemente las autoridades educativas-.
Ante la omisión,
negligencia, mala praxis, inacción y de plano, ominosa ignorancia de médicos, instituciones,
y autoridades, los enfermos expertos estamos
llenando el vació que está convirtiendo a esta epidemia en nuestro país, en un
franco desastre humanitario.
Enfermos que no obstante lidiamos con una existencia destazada nos hemos visto
obligados por las circunstancias
a tener que instruirnos en Medicina y temas afines para en un primer paso poder
comprender lo que nos está ocurriendo de manera personal y después en una franca labor social, abatir la
pavorosa tasa de ignorancia que intenta psiquiatrizarnos.
Mar Mf expresa:
“La incertidumbre pesa y
duele más que la misma enfermedad. Para muchos de los enfermos severos y que
llevamos toda una vida viviendo la afectación de las implicaciones de este
padecimiento y su evolución, tuvimos que vivir una vida sin diagnóstico, sin
respuestas, teniendo que aprender sobre el ensayo y el error de las alternativas que podíamos encontrar y
viviendo aterrorizadas una a una las renuncias y pérdidas que íbamos
teniendo sin saber lo que seguía o lo que venía y peor aún sin saber a quién
acudir porque los médicos no tuvieron respuestas jamás… Antes de conocer un
diagnostico se esfumo la vida que se
tuvo, la posibilidad de trabajar, tener
un trabajo estable y de obtener recursos para subsistir”.
Marikarmen aborda su experiencia con los
facultativos. “Personalmente
creo que los doctores, están atrasados en información respecto a la
fibromialgia, puesto que me lanzan una
sonrisa maliciosa en cuanto les digo que la tengo. Pareciera
que les estoy diciendo que me diagnosticaron locura y que además doy mi consentimiento ¡para burlarse
de mi!.
Los enfermos no sólo vivimos
acribillados por los denominados puntos gatillo que mapean nuestra hiper
debilitada anatomía –y que deberían de “tropicalizarse” a Puntos
AK-47, por la devastadora
tortura física que imponen a la
víctima- sino rafagueados por una
inconmesurable lista de síntomas y patolgías añadidas que nos han convertido en
un incontrovertible Estado Fallido.
Silvia
expresa su experiencia: “Al ser yo mal diagnosticada por años con cosas que
nada tenían que ver con lo que estaba viviendo, una operación que no debió hacerse, terminando con un daño irreversible
en mi rodilla y en mi espalda, vi que ni
los propios médicos sabían que era lo que tenía. Un traumatólogo en una
confesión desesperada me dejó en el limbo al decir tal cual, "no sé que tiene y me doy por
vencido”.¡De ese tamaño es nuestra indefensión!
.
Simplemente
los enfermos buscamos replegar el tormento físico, emocional y
social que infringe padecerlas y nuestra repatriación al Reino de los Sanos. La
pacificación de las entrañas. Me confirmo que hemos tomado la decisión correcta
en esta conversión cuando contundente Silvia
sintetiza: “Somos un país en donde en temas de salud estamos demasiado
atrasados. No hay interés en saber ni por parte de las personas comunes, ni por
parte de los médicos, no veo que haya una iniciativa por querer ayudarnos como
lo hacen con el sida, el cáncer, diabetes (pese a que somos millones los
enfermos). Nosotros tenemos ese derecho
como otras enfermedades que son conocidas gracias a la difusión que se les
da”. La memorable frase de Gandhi me
viene de jalón a la cabeza: Conviértete en él cambio que quieres ver. De sobra sé que lo que no hagamos los
enfermos por nosotros mismos nadie lo vá a hacer. Y hemos elegido la vía de la
salvación. Porque dejar de luchar es
empezar a morir...
Artículo originalmente
publicado en el Periódico El Regional del Sur 17.Enero.2014. Copyright Derechos
Reservados
Opiniones
complementarias no íncluidas en la columna del Periódico
Mar
Mf
¿Qué motiva tú interés por
compartir la información?
Ahora en este tiempo que ya empieza a
diagnosticarse con mas prontitud y que
hay mucha más información, he
notado que el enfermo es menos consciente de todo pese a ser diagnosticado y
quizá se preocupa menos por leer e
informarse asumiendo y delegando enteramente su vida al médico y a los fármacos. Gracias a Dios ya no viven el nivel de
angustia y el terror que sentimos quienes les precedimos en esto, por lo que
se termina difundiendo una información que realmente desinforma minimizando el alcance que puede tener y el
pronóstico de la enfermedad…
Informar, para mi es la
base de cualquier cambio. El conocimiento
es lo que te da libertad para decidir y actuar, de ser.
Porque primero debe existir
en la conciencia del mismo enfermo el
entendimiento y la comprensión de la misma enfermedad y de asumirse a sí mismo frente a la misma,
comprender que no podemos seguir delegando
nuestra vida de esa forma a la medicina y a los fármacos
si queremos que deje de ser invisible la enfermedad y nosotros dejar de serlo
también…
¿Con que fin compartes
información?
Con el fin de despertar y
generar el interés a través de la información
primero en los enfermos después en las personas que aman, se
interesan y rodean al enfermo y en las
demás personas en general ya que la enfermedad no respeta y no es exclusiva de
unos cuantos. También porque creo que
una solución a los problemas ó conflictos de cualquier índole y más aun en cuestiones
de salud se dan en la prevención que
solo se obtiene a través de la
información y la concientización.
¿Qué respuestas tienes de
los enfermos?
Realmente muy poca…
Entiendo primero que nada
que este padecimiento es tan
impredecible en sus brotes o crisis… y las implicaciones que conlleva que a
veces no podemos estar ahí por mucho tiempo o leernos muchas páginas nuestra visión es una de las
cosas que se nos afecta…
Los distintos grados de
afectación entre los enfermos, la gran
desinformación que existe entre los recientemente afectados
crea divisiones entre los grupos, fundaciones y asociaciones que no
pueden unificar criterios y por tanto
hace imposible homogeneizar entre los
afectados.
¿Sabes más que los médicos?
Jamás me atrevería a caer en
la soberbia de decirlo. Aunque muchos de
los médicos, ELLOS SÍ padezcan del mal de los soberbios “la broncemia”
jajá… Simplemente creo que yo sí la
conozco más que ellos, porque yo la vivo, la sufro y la entiendo, además de que
investigo, leo y me informo.
Marikarmen Vázquez
“
Adentrándome en el tema lo primero que me sugieren es tomar ayuda psicológica o
psiquiátrica, y me recetan cualquier cosa para el dolor, y preferentemente
lyrica que parece ser la consentida de los doctores, cuando es un medicamento
anti-convulsivo. Después suelen ponerse en un papel de psicólogos para
escucharme, con un cinismo que deja ver su burla por debajo del
"avionazo" que me dan. Estas conductas además de no salir de los
mismos medicamentos que personalmente no me han servido de nada, me crearon la
desesperación de buscar medios, información y todo lo que pudiera servirme por
mi propia mano.
Por
lo que decidí comenzar a buscar
información de FM por todos lados donde me fuera posible, Al cabo de un tiempo
el contacto con otros enfermos me hizo comprender que todos estamos en la misma
situación. Enfrentándonos a doctores que no saben de lo que están hablando, que
los juzgan locos y por si fuera poco que se quedaron sólo con la precaria
información que les dieron en la escuela.
Así
ahora decidí buscar información que regularmente viene de Europa y es más
actualizada, el problema de esta es que solía llegar retrasada. Sin embargo el
paso del tiempo ha unido a enfermos de todo el mundo en las redes sociales, por
lo que la información circula más y tiene mayor alcance. El intento de
encontrar una causa y solución a mi enfermedad se ha vuelto una prioridad en mi
vida; leer no es suficiente pero es un
comienzo
Atados
de manos nos encontramos miles de personas, varias que al igual que yo tenemos
un motor tan grande como un hijo para luchar por nuestra salud que de manera
importante merma también la calidad de vida de ellos. Eso sin mencionar la
posibilidad de que nuestros hijos adquieran dicha enfermedad y la impotencia de
saber que presentan ya algunos síntomas.La
posible FM a la que están expuestos, al
presentar dolores sin razón aparente, y un cansancio injustificado son el motor
de lucha para muchos enfermos de fibromialgia que nos hemos vuelto más activos.
La
enfermedad tiene como síntoma la depresión, pero si no la tuviera cual sería la
diferencia? Si la depresión no fuera un síntoma, vivir en esta situación sin
duda alguna también nos haría caer en depresión. Entonces los enfermos de FM
nos convertimos en motivadores unos de los otros, haciendo que pasen un día
menos pesado y tratando de aligerar su carga, pues sin duda alguna el día de
mañana nosotros mismos lo necesitaremos…”
Silvia Guevara
“ El fin de investigar, buscar y recopilar
información, es para poder responder a cualquier cuestionamiento
que se nos haga, pues han encasillado a la fibromialgia como una enfermedad
mental, y no es así, hay un mal funcionamiento del sistema nervioso y está
comprobado científicamente. Busco poder trasmitir a la gente cercana que me
cuestiona lo que tengo, desde la óptica de la Ciencia.. Los médicos se muestran
agresivos cuando una enferma les señala porque se ha documentado en el tema.,
No es sobrepasarlos pero no lo ven así.
Por
otro lado, el compartir con otros enfermos mantiene activa mi mente, trato
de no perder más memoria de la poca que
queda… Me preguntas si ahora se más que los médicos, pues no lo diría yo así. Lo que sí es que en cuanto a la fibromialgia
y el SFC les falta mucho por aprender, están en pañales en el tema. Los
enfermos informados los sobrepasamos.
Pero lo que sí tengo claro es que
los médicos encierran algo muy turbio y es el gran negocio de la medicina, es
como todo si les quitas su modo de vida, pues de que comerían? Más bien se
guardan información para su conveniencia.
Mientras pueda seguiré buscando,
informándome y compartiendo con mis compañeros para que no se queden con lo
escaso que les dicen.
Por
último a los enfermos mexicanos les diría que busquen más información, que
defiendan sus derechos, porque no somos enfermos mentales, somos enfermos con
un problema en nuestro sistema nervioso y esto es real y científicamente
comprobado. No es imaginario. “
jueves, 12 de diciembre de 2013
VIOLENCIA DE GENERO + FIBROMIALGIA = UNA REVOLUCION NARANJA Y AZUL.
La fibromialgia no es sólo
una enfermedad, esencialmente es un caos
por descifrar. De los centenares de casos de enfermas que he conocido y escudriñado buscando “pistas”, la inmensa mayoría refiere
un hecho puntual: en algún momento de su vida han padecido –ó siguen padeciendo- violencia de género. Así que comencé a indagar. Y efectivamente, la
OMS habla de un vínculo, una relación
causa-efecto, entre haber padecido violencia de género y el impacto a nivel del
cuerpo físico. Un hecho que llama la atención,
es la contundencia en su lenguaje.
Es decir, no habla de que es una
suerte de hipocondría, flojera o chaqueta mental (así lo ha definido la “vox
populi”), que nos inventamos las enfermas.
Nota descriptiva N.° 239
Noviembre de 2012
Noviembre de 2012
Consecuencias para la salud
“La
violencia de pareja y la violencia sexual producen a las víctimas
supervivientes y a sus hijos graves problemas físicos, psicológicos, sexuales y
reproductivos a corto y a largo plazo, y tienen un elevado costo económico y
social.
Entre los efectos en la salud física se encuentran las cefaleas,
lumbalgias, dolores abdominales, fibromialgia,
trastornos gastrointestinales, limitaciones de la movilidad y mala salud
general. En algunos casos se producen traumatismos, a veces mortales.”
Ha concluido el período de activismo con motivo del Día para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Diversas campañas visibilizaron la problemática. Pero ¿por qué no se habló en ningún escenario de una enfermedad con una
indiscutible base biológica, que es una
consecuencia casi natural y que vá in crescendo a decir de las cifras
nacionales e internacionales? ¿Por qué mantenerla acallada y
negar las irreversibles consecuencias de haberla
padecido? La ONU, AI, ONU Mujeres, han
alzado enérgicamente la voz y se han realizado diversos foros para discutir sobre ella. Incluso en México se han iluminado
de naranja monumentos emblemáticos, pero respecto de la vinculación violencia
de género-fibromialgia hay un mutis rotundo. ¿Por qué ninguna feminista nacional o
internacional habla de ello? ¿No merecemos que alguien se pronuncie sobre el
hecho de ser doblemente victimizadas? ¿
Acaso somos mujeres de segunda clase? ¿Lo ignoran cómo expertas en él tema? Sin esta vital contextualización su lucha dejaría
mucho que desear. Simplemente está
incompleta.
Las historias dramáticas a
las que nos enfrentamos las mujeres desde la infancia
(muchas incluso desde el vientre materno) y
el estrés sostenido de quien vive maltrato, golpes, humillaciones,
amenazas, abuso sexual está derivando en un diagnóstico que no tiene punto de retorno.
Una enfermedad orgánica, compleja, grave
y altamente incapacitante, que –además-
está desmembrando el tejido familiar y social. La violencia y la enfermedad
cómo un matrimonio indisoluble y mortal.
Pero no sólo esta violencia
en muchos grados extrema es la génesis de la fibromialgia, -indiscutiblemente una
enfermedad de género, 9 mujeres por cada hombre la padecen-. También es la
perpetuadora y en gran medida el factor agravante de padecer su versión más mortífera (me jacto de saber de lo
que hablo, que se lo pregunten a mi retina y a mi cuerpo aún adolorido por los
golpes frescos).
Las enfermas nos enfrentamos
al crimen ultra-mega-archi-recontra
organizado: la ignorancia maldita, la indolencia perversa y la indiferencia
atroz, que pasa por la pareja,
hijos, familia, amigos, enemigos,
vecinos, hombres, mujeres, conocidos,
desconocidos, médicos, instituciones,
religiones y creencias, organismos de derechos humanos, feministas, activistas,
Ciencia y medios. Un contubernio letal que nos está llevando al
matadero en vida. Imposible remontarlo
viviendo una extrema vulnerabilidad físico-emocional y sin ningún apoyo.
Solas contra el Mundo. Si acaso dándonos ánimo de manera subrepticia en el
Muro de los Lamentos Virtual. Esto,
producto de sufrir en carne propia una enfermedad ultra compleja de las
que están marcando el fin del paradigma
vigente con él que se entiende y explica la Medicina actual y que por si fuera
poco, en la mayoría de los casos configura una invalidez invisible. ¡Vaya tamaño de reto el que habitamos!.
Mucho se habla de los
feminicidios (8 mil asesinatos el sexenio pasado), pero se nos omite a las millones
de Asesinadas por la Vida, a las que tenemos abrogados nuestros derechos y
garantías por padecer una enfermedad no legalizada socialmente Las que no podemos trabajar por su causa. Las
que lo hemos perdido todo. Las que habitamos
la lastimosa ecuación a mayor precariedad física, mayor mendicidad económica y más rotunda invisibilidad social. Las
malas madres que no pueden hacerse cargo de los hijos. Las esposas fodongas que no procuran su casa
(con todo y marido). Las mantenidas con “la vida resuelta”. Las que en
resumidas cuentas nadie quiere ver y escuchar porque resultamos un fastidio
para las buenas conciencias. Las emisoras infinitas de mala energía y peor
vibra, a las que hay que desechar en defensa
propia. Las que debemos aguantar con la
frente en alto, la doble perpetuación enfermedad-violencia/violencia-enfermedad
si queremos seguir viviendo. Las que resumen su existencia con historiales médicos kilométricos. Las que
sufrimos un daño moral vitalicio que nos
acompaña cómo sombra y flagela nuestra dignidad cómo mujeres, pues vivimos
estigma y discriminación. Si la
violencia de género ocurre entre cuatro paredes, la fibromialgia nos equipara
literalmente con el Hombre Invisible. No estamos en los dictámenes
institucionales ni internacionales, tampoco ocupamos las primeras planas. Pero
pese a todo, existimos.
Ambos flagelos tienen tintes
pandémicos, si una es consecuencia de la otra. El panorama es demoledor. Estamos urgidas de una Revolución Naranja y
Azul (los colores distintivos de la violencia de género y la fibromialgia.)
que nos salven porque aún violentadas y enfermas, también
somos Seres Humanos. Y éste es nuestro llamado de auxilio.
.
miércoles, 11 de diciembre de 2013
BIENVENIDOS
Soy una enferma de fibromialgia y encefalomielitis miálgica (síndrome de fatiga crónica) y algunas patologías añadidas. Hace 7 años me convertí en activista en México. El post que leerán a continuación es el producto de una investigación con centenares de enfermas de fibromialgia. No encontraba el sitio y el lugar correcto para publicarlo. Gracias a mi columna Por el Derecho a Existir en el periódico El Regional del Sur he decidido publicar esta primicia.
El vínculo violencia de género y fibromialgia es prácticamente inexistente, fuera del documento que encontré. Lo he consultado con activistas, feministas y expertos del tema y sencillamente nadie lo sabe. Creo que ha llegado el momento de develarlo y con ello algunas cosas más...
El vínculo violencia de género y fibromialgia es prácticamente inexistente, fuera del documento que encontré. Lo he consultado con activistas, feministas y expertos del tema y sencillamente nadie lo sabe. Creo que ha llegado el momento de develarlo y con ello algunas cosas más...
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